Desde una Villa en el Parque (Anterior)

viernes, julio 29, 2005

Trazos

Trazos


Sentada en la silla de madera del taller, mirando los trazos viejos de una mal acabada pintura con texturas espatuladas violentamente como solía hacer, y seguía haciendo, podía recordar el momento y el lugar en donde la había hecho, mano a mano con la compañía de él, y por supuesto de músicas que le marcaban ambos ritmos. Recuerdos de su presencia, ella no puede dejar aquel maldito papel con base de tiza cola y colores chillones que marcaban espantos, amores, excesos, ¿cómo hubiese sido la vida sin esos momentos?, se preguntaba con lagrimas en los ojos apretando los puños, estremeciéndose de candores propios de vírgenes en celo, apurando un vaso de bebida, controlando el vomito, ¿y sus fotos? Se levanto rápidamente de su parálisis, comenzó a revisar libros, cartas cajones hasta encontrarlas y estallo en un llanto al verse mas bonita, mas amada, mas cerca de no pisar el suelo que de reptar por los oscuros pasillos de su mente.
Quizás nunca le pase nada parecido.
Mil intentos, con ofrecidos copetines de personas que la veían como un espécimen atractivo la hacían entristecer mas, si no era una cosa faltaba la otra; y así, intolerante, con poco atisbo de la realidad decidió no rendir mas culto a “sus seguidores”, a ese tipo duro de placeres a los que pudo someterse en piel y carne, nunca de alma,..., las colaciones siempre le hicieron mal, precisaba de papeles principales. Y con un extremo y profundo corte en el lugar indicado…, bueno, sólo una historia más, solo dejo un pequeño legado de sufrimiento en quienes, sin querer, la quisieron.

jueves, julio 28, 2005

Ni un cuarto, ni dos. Mi tres




Y qué vas a hacer cuando no esté, pregunté. Con la voz agitada, cabellos despeinados y unos ojos desorbitados que hablaban de un encuentro feroz con él, que, como si nada, se dio vuelta dándome una espalda cruel, desnuda y fatal.
Era ese el momento.
Ella, la otra, esperaba afuera, mientras yo reclamaba presencias, caricias, toques desesperados, él no habló, me dio vuelta violentamente hasta acorralarme contra la pared y penetro mi ser con una espada de doloroso placer; no quería que entrara la otra. Demoraba en acabar nuestro discurso de gemidos, movimientos dignos de un ritual, manos fuertes sobre cuerpos mojados de poros abiertos a todas las sensaciones, inclusive al mínimo vientito del ventilador ruidoso del techo; porqué no debía entrar la otra, le pregunté, esa respuesta es solo tuya… me dijo con palabras entrecortadas. Sacudió mi cabeza, haciendo que mi cabello bailara a un ritmo descontrolado, hasta que logro reanimarme y traerme al mundo real, hacerme volver de aquella repetida sesión de llenar agujeros, de cambiar líquidos, de presencias, de nada y todo a la vez, de blancos y rojos, de marcas inmortales, de huellas bellísimas y sangrientas.
Finalmente con un fuerte empujón a la puerta de madera, la otra consiguió entrar generando un cóncavo y convexo de posiciones, de perfumes carnosos, piernas entrelazadas en laberintos infinitos; él la ignoraba simplemente seguía en lo suyo: arrancarme un poco mas de lo que quedaba en mí; un ácido ardor crecía en lo mas profundo de mi garganta, salía por mi lengua y mojaba su cuello, ojos cerrados, besos de ambos labios, mas besos, nada, la nada, sólo un placer cósmico.

Yo ya no estoy. ¿Qué vas a hacer?
Él se dijo…esperarte, siempre.

martes, julio 26, 2005

Profesión: Asistente Social




Escaleras abajo estaba ella, pronta para cumplir con su trabajo, él, subió cada escalón con sigilo, sudando sangre, la dama sacaba sus delicadas uñas pintadas de rosa; debía ser femenina, como su padre quería; su vida era ayudar a gentes extrañas, dolientes, de escasos recursos económicos y emocionales, intransigentes, profesores de matemáticas química y física, obreros...en fin hombres….. a los que atacaba con su cuerpo de mujer, el cual sus padres y ella, en algún momento, le habían hecho negar, ya que siempre habían soñado con una niña dedicada a amar a Dios, “el santo señor”, como sus padres se dirigían hacia el, pero... ella no sabia de qué señor hablaban, apenas llegaba a amarse un poco a si misma, no era una mujer ni una niña ni nada que se le parezca, pero se transformaba en una gran vulva que comía seres del sexo opuesto al que se parecia, los devoraba y luego vertía una catarata lagrimal roja de sentimientos de sangre y agua salada de su entraña y de sus ojos, cuyos párpados pesados por el no dormir, por el pensar, por los pesares y marcas que su cuerpo contenía.
No había nada que la detuviera, ella amenazaba, piernas largas femeninas cruzadas y luego abiertas como un cáliz carnoso de perfumes ácidos y dulces a la vez, de líquidos suaves y deliciosos.
Él estaba perdiendo el control sus miembros inferiores, se iban debilitando, subía la escalera, pero no podía dejar de pensar en la pesada tarea de escapar, ¿huir, para qué? El quería gozar de aquella ayuda mortal, pero sabia que seria la última.

lunes, julio 25, 2005

Otro

La verdad no sólo era simple sino molesta, horrible; Tenía que peinar mi cabello e imaginar estar presentable, o recordar estarlo, cerrar con llave la puerta y caminar hasta el bar, solo cinco cuadras me separaban de ese pasado blanco en polvos de los dioses, diabólico en un cercano después, tal vez sólo quiera una mano amiga y cariñosa que recorra todo el ser que queda en mi cuerpo, tal vez no sea esa la idea, y se trate de una luz milagrosa que engañe nuestras libidos, mas siempre es igual, con el gesto, con el tacto, con la mirada, no se puede detener uno a pensar si aquello no traería dolores de estómago y de alma. Tendrían que pasar setenta años para que recuerde tu boca como tal, y no como el orgasmo de siempre, bendita palabra, dichosa de ser, ella en él, él en ella dulce luz que no golpea para entrar, inunda todo con su explosión.
El bar era el mismo, hoy también, quisiera sacarlo de mi recuerdo, pero el polvo y la fragancia a café no me dejan, las cortinas con frigidez ante el piso histeriquean y lo rozan una y otra vez, es la esquina del viento triste, frío y distante, pero los recuerdos que trae tu olor lo hacen cálido y mojado. Las cartas grises, los remiseros llenos de largas esperas............pero..........¿no será que entrar aquí es como detenerse en el reloj del corazón y no avanzar?.......¡¡¡Horror!!!! espero que aquí lo dicho no sea lo luego futuro o presente, pero cómo hacerme esa pregunta si no hay otro lugar en que halla quedado nuestra imagen grabada, hasta los baños conocen nuestro mas íntimo roce de ambición, ¿SI? ¡Si! ¡¡Amorrrrr!! ¡¡¡Ahíííííííííííí!!!
Si solo hubiese sido amor, ya no estaría aquí, nunca seria amor, si lo hubiese sido ya nada hubiera quedado en pie en esta maldita historia, milagrosa esquina, él o yo la hubiéramos hecho volar del planeta, ¿para encontrarnos ahí luego? ¿Sin nadie mas? Pero no, de ninguna manera, no hay cosas mas explosivamente alocadas que pensar en hacer volar un bar, y en haberte querido amar, ninguna de las dos, esteeeee buenooo (pasarian por mi mente) , claro, si son imposibles.
Maldito seas, destino de las verdades que en los hombres habitas.

sábado, julio 23, 2005

NO ESTAS

Por las paredes de llanto se escurren mis mejillas, vivo en el piso número cuatro de un departamento pequeño con una ventana, grande, luminosa, de colores verdes y un poco azulados por la noche; disperso, no te olvido, vuelvo nuevamente a casa, enciendo un cigarrillo, leo mi correo, nada, te extraño, es mas grande tu falta que mi ventana, de la cual ya no te agarras para sentir el sol en todo tu ser..., calor, el que me falta, quisiera volver a verla, pero es imposible, se ha perdido en los caminos infinitos de algún país lejano, pero en mi no para de latir, hasta evito mirarme al espejo para recordarte, me rasure el cabello, no sirvió, fumo habanos, me pierdo en mi mismo, pero no, te fuiste y dejaste un hueco en todo lo que existe en mi mente, ni quisieras verme, ¿o si? Si me quisieras ver tampoco cambiaria de pensares, no te dejaría dominarme.
Creo que tocaron el timbre, un vendedor de repasadores ofreciendo 3x10 pesos, lo invite a pasar a tomar un café, la soledad te lleva a ver amistades donde no las hay. El muchacho vergonzoso y miedoso a la vez aceptó, pensando, vaya saber que cosa de mi; sentado en mi sofá devoraba unas facturas recalentadas en mi tostador y un café negro, remedio del alma, le llamo yo, algunas veces vivo y otras veces solo quiero arañar corazones y arrojar mis mensajes en botellas, comió y nunca mas salió de mi departamento pues el olvido, mi cabeza en el hombro de la luna, dejo el gas de una hornalla encendido, interrumpimos nuestras vidas en paz y con el estomago lleno, en compañía; ojalá te enteres de esto y te caiga una lagrima, solo para volver a sentir tu boca.

miércoles, julio 20, 2005

Lunes consuelo


¡Si te vas hacelo ahora!,¡ ya! Sin mas palabras, no demores en caricias inútiles, ¡vestite y
andate!, no puedo verte lamentando un pequeño desliz de mi parte, me mordiste, admitilo, por eso te grite, me fuí al baño y vos te tapaste con una sábana dándome una espalda inmóvil, llorando para adentro, te mime mientras fumaba mi cigarrillo y tarareaba la música que tanto te gusta, ni te movías, como si no estuvieras, después de haber sudado juntos en una verdadera lucha por el placer; no podía ni darme cuenta de lo que te pasaba, estaba en una paz pos guerra que alejaba mi cuerpo de la tierra, pero ella estaba ahí arruinando mi viaje,¿ cómo podía ser tan egoísta?; me abrazo tiernamente con la cara mojada de lágrimas diciéndome entre sollozos contenidos “los gritos me asustan” por favor no lo hagas más.
Ella se conformaba abrazándolo y sintiendo su respiración, y pensar que minutos atrás casi se vestía y pensaba salir corriendo de su habitación, conque poco podía conformarse, cuan mal y bajo puede caer una persona por un poco de cariño de placer, de falsas historias románticas, de la nada con gusto a sexo, con sabor a látex con sudor en el cuerpo, pero el alma vacía, con besos de fantasía, pero que eran mejor que no besar que no sentirse besado, que no sentirse deseado; pudo haber sido mejor, tenia que acabar con aquel despectivo grito, siempre cae en lo mismo, pensaba; Él adoraba su carne, su alma de puta desbordada de pedidos y ávida por satisfacerlos todos, sin importarle su propio placer, por eso la adoraba y ella lo usaba de consuelo por no estar con las personas amadas, jugaba a quererlo, pero siempre su egoísmo saltaba en algún momento, dejándola seca de ganas, pensando en sus príncipes y dejando atrás sus fantasías de que vendrían a ella, sin que los llame sin que tenga que arrodillarse, sin dar algo a cambio para ser querida, abrazada besada; él apenas comprendía de sus propias necesidades, tal vez estaba en lo cierto y esa es la manera de actuar para salir menos herido, pero hay algo que no cambia, ella sigue creyendo en la gente, no solo en la buena, sino en la equivocada, casi siempre.

martes, julio 19, 2005

¡Hola!

Hola Tam... esta es tu nueva casa, espero te guste y que te podamos visitar.
A los que llegaron acá, a ver si la convencen.